jueves, 30 de abril de 2009

miércoles, 29 de abril de 2009

Sexo y Desamor

No fue la primera vez que me acosté con un mae después de vos. De hecho, me acosté con algunos mientras estuve con vos. Eso ya lo sabés.

Fue la segunda después de estar sin vos.

Estuvo mejor que la primera, por lo menos esta vez no le lloré. Igual y le había llorado antes, hablándole de vos.

Le gusta con la luz apagada: diferencia número 1

Antes de hacerlo me enseñó -de cerca- su pie plano y una particularidad no muy agradable de sus dedos pulgares: diferencia número 2

Me besó -corrección- me mordió los pies. No había tenido experiencias con ese fetiche. Me preguntó, después, que si me había gustado: "Fue diferente" -le dije-. La verdad no me pareció para nada fascinante.

No quise que me penetrara, no con el pene. Jugamos, nos tocamos. Me vine -dos veces-

Se lo hice oral. La tiene más pequeña y delgada que vos. No podía masturbarlo y tenerla en la boca a la vez con facilidad. Lo pequeña... pues es manejable. Lo delgada: me agüevás.

Quedó desilusionado porque no lo dejé hacer todo lo que quería, pero al final lo logró.

Me abrazó, me acercó a él. Yo quería que se fuera para poder dormir y para que dejara de oler a él en mi cama.

Tampoco se quería ir: "Me encanta estar con vos, nunca he estado antes con alguien así".

Se fue y te llamé: "Te he extrañado tanto hoy, estoy como melancólica"